La Copa o Cáliz es uno de los instrumentos utilizados en la Magia Angélica, aunque no se habla mucho de él, tiene un enorme significado ya que representa el Útero de la Madre, de donde todos nosotros venimos, también representa el elemento agua, y cuando se encuentra lleno de agua representa el Fin de todas las cosas. Se identifica con el signo “Omega” que tiene figura anular y testimonia el círculo de la existencia perpetua.

Algunos ritos toman el Cáliz como una versión menor del caldero de la antigua religión que es la representación del eterno femenino y el elemento agua. Esto es una copa normalmente del tipo redondo, en la que tendremos representado al elemento Agua durante los rituales, aunque también durante otros rituales usaremos vino, zumos naturales o mosto.

El Cáliz puede ser de barro, cristal o plata ya que está estrechamente asociado con la energía del agua y de la parte femenina de Dios. Simboliza arquetípicamente el útero de la Gran Madre del que hemos nacido todos y al que debemos regresar para esperar nuestro renacimiento.

Representa la comprensión de las cosas de la naturaleza. Es uno de los instrumentos más importantes en los rituales, generalmente se utiliza para contener el agua, pero en ella se mezclan agua y sal para las bendiciones y purificaciones; y vino para las ofrendas y brindis en los rituales. Rara vez se utiliza para beber, pero hay rituales que así lo requieren.

En un ritual el Cáliz está lleno de agua representando no solo la presencia del agua en el circulo mágico, sino que además detiene las energías negativas que se pudieran manifestar, al ser absorbidas por las aguas.

El elemento Agua está además asociado a las emociones, así entonces al tener agua pura y cristalina en el Cáliz indicaremos que nos presentamos al ritual con nuestros corazones limpios de toda impureza, tales como la ira, el odio, la envidia, la venganza, el orgullo o la ambición. En algunos rituales al agua se le agrega Sal, y todo esto se consagra bajo ciertos nombres mágicos para aumentar su capacidad de absorber las fuerzas negativas que se puedan manifestar.

Al acabar el ritual si no se ha requerido que bebamos el agua, no lo dejaremos allí por tiempo indefinido, ni lo tiraremos por la ventana ni al wc. Lo utilizaremos para regar una planta o un jardín, recuerda que esa agua está bendecida y cargada de energía angélica. 

Sacado de "El libro secreto del mago angélico".